Deseoso de dejar atrás los avatares de una existencia centrada en satisfacer sus apetencias personales, Charles Arrowby, un viejo director de teatro, se retira a una casa recién adquirida, a las orillas de un acantilado de la costa británica, para tratar de llevar una vida solitaria y reflexionar sobre sí mismo.
El inesperado encuentro con Hartley, un amor de adolescencia –convertida ahora en la anciana esposa de un hombre tosco y simple– hace revivir en él la experiencia de lo que siempre consideró como su único afecto verdaderamente “inocente”, libre del deseo de autosatisfacción que caracterizó a todas sus pasajeras aventuras amorosas en el mundillo londinense del arte dramático. Una intempestiva obsesión por hacer realidad su antiguo anhelo de unirse para siempre a su amada, resucitando una púber castidad perdida, se apodera de su voluntad sumergiéndolo en un irremediable desasosiego.
En esta voluminosa narración, presentada en la forma de inconstantes anotaciones en un ficticio diario, Iris Murdoch propone una reflexión sobre la sujeción de una personalidad profundamente individualista a la necesidad de apoderarse de o dominar la voluntad y el afecto de otros seres humanos.
El inesperado encuentro con Hartley, un amor de adolescencia –convertida ahora en la anciana esposa de un hombre tosco y simple– hace revivir en él la experiencia de lo que siempre consideró como su único afecto verdaderamente “inocente”, libre del deseo de autosatisfacción que caracterizó a todas sus pasajeras aventuras amorosas en el mundillo londinense del arte dramático. Una intempestiva obsesión por hacer realidad su antiguo anhelo de unirse para siempre a su amada, resucitando una púber castidad perdida, se apodera de su voluntad sumergiéndolo en un irremediable desasosiego.
En esta voluminosa narración, presentada en la forma de inconstantes anotaciones en un ficticio diario, Iris Murdoch propone una reflexión sobre la sujeción de una personalidad profundamente individualista a la necesidad de apoderarse de o dominar la voluntad y el afecto de otros seres humanos.
Como contrapartida, otro inesperado personaje, que junto a antiguas amantes y hombres del viejo círculo de Charles arriba para importunar su retiro, es el que marca finalmente el rumbo de esta historia. Su primo hermano James Arrowby, a quien unen desde la infancia intrincados sentimientos de envidia y admiración, es un oficial del Ejército que pasó varios años de servicio en el Tibet y se ha convertido en un conocedor de la filosofía budista. La extraña intromisión del célibe y reservado James lleva a que Charles, a su pesar, se sienta intrigado por el misterio que encierra la subyugación voluntaria de las apetencias y afecciones personales, y la consecuente (¿real?) liberación de una ciega causalidad que, con la indolencia del mar, parecer ser lo único que decide el destino de los hombres que no optan durante su vida por una ascesis
No hay comentarios:
Publicar un comentario