Este año mondo, congelado ahora en febrero.
Este frío día aleteando rápido por sobre la horrible
Línea imperfecta del horizonte,
Tantas veces una línea dentada de diez edificios.
Una bandera roja agitándose
Al viento. Una cortina naranja es mediodía.
Todo hace sufrir a sus ojos. Esta cortina tan brillante.
He aquí lo perceptiblemente verdadero: la visión.
El rostro que devuelve la mirada en un haz
Del cuchillo de la mantequilla.
Un embarazo de pan troceado.
La mente sigue su diario peregrinaje
Por momentos ruines. Más tarde,
De vuelta a la arqueta para soñar
En un círculo, un carrusel de ponis.
Asociación del círculo: hay un centro
Para casi todo pero nunca
Alguna certeza. Nada es
Más maleable que un momento. Sólo ayer era
Que aspirábamos el aire en un mar.
Algún sol de verano nos llamaba
Y allí íbamos nosotros. La arena quemaba.
Tan sólo ayer estábamos con tierno corazón
Esperando. A ser algo.
Una fuente. Y entonces alguien dice: Asiento,
Tenemos para ti un corazón para olvidar. Una mente
Con la cual sufrir. Así, experiencia. Así, la carpa del circo.
Tú, que estás allí, se tú la muchacha
De lentejuelas rojas en la tarjeta que vende amor.
Tú, que estás allí, tú, de satén negro.
Se tú el Don Muerte de la Doncella.
February Elegy
imagen: Miwa Ogasawara, Absent, 2010, oil on canvas
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