El agua profunda en el póster de viajes me
encuentra
En transición al estar a punto de apartarme
De la idea de la farsa a nuestro alrededor…
En los asientos. Y tú también sabías cómo hacer
la labor
Perfectamente bien. Trompetas en la tarde
Y tú lo primero ponerte manos a la obra y
Las barcas desaparecen, una por una, río arriba.
Se debe reservar a una de ellas como una
promesa. Pero no,
El parque continúa. No hay espacios entre las
hojas.
Una vez cuando había más mobiliario
Parecía que nos desplazábamos más libremente sin
notar las cosas
O a nosotros: nuestras relaciones estaban bien
articuladas
Y eran directas. Ahora el aire entre ellas se ha
rarificado
De manera que respirar se ha
vuelto un placer, un acto inconsciente.
Luego cuando habías acabado de
hablar del viaje que
Habías planeado, y cuántos días
ibas a estar fuera
Yo estaba mirando hacia los
bosques de la noche mientras sostenía
El auricular en mi oído, respondiendo
correctamente
Como siempre hago, a todo,
habiéndome vuelto el que duerme en ti.
Ya no importaba que yo no quisiera
que te fueras,
Que quisiera que regresaras lo más
pronto posible
A mi casa, no tu casa esta vez,
excepto
Que es tuya cuando duermes en
ella.
Y tú serás disciplinada y
acendrada
Una vez que ambos estemos en el
colgadizo del mundo.
Nuestras palabras ascenderán como
humo de cigarrillo, directo a las estrellas.
Homesickness, John Ashbery
Foto: Juan Pablo Torres Muñiz
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