miércoles, 26 de enero de 2011

Viaje de lecturas





He estado de viaje. Oportunidad para terminar dos libros que tenía pendientes desde hace meses y que no me animaba a acabar precisamente porque esperaba que llegara una ocasión como ésta: ratos muertos en el aeropuerto y momentos vacíos mientras se atraviesa el cielo.








El primero, la traducción de Doctor Copernicus de Banville, titulada simplemente Copérnico, es un libro engañoso; más que una relato biográfico, es una ensoñación basada en las ideas que despierta el personaje histórico en un hombre contemporáneo como Banville.




Bien, supongo que si hubiese leído los libros de historia mencionados en el apéndice, habría sacado un mejor provecho de este volumen, ya que el autor no ha buscado exponer hechos o circunstancias del pasado europeo para un neófito, sino que los da, hasta cierto punto, por sabidos, para ir más allá: interpretar la vida a través de Copérnico. El contraste entre la persistente búsqueda de una comprensión racional del mundo y el brutal asalto de lo irracional y absurdo, que se manifiesta permanentemente en la vida cotidiana y en las luchas político-religiosas de una época.






Sobre el otro, Los perros de Riga, no hay mucho que decir. Sólo que me lo compré, tiempo atrás, intrigado por el personaje de Baiba Liepa que aperece brevemente en La quinta mujer, libro que me gustó mucho más (quizá debido a que la traducción sea mejor, no lo sé).



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