lunes, 15 de mayo de 2017

No abandonar





Más que los embudos fucsias abriéndose
en el manzano silvestre, o el obsceno desplegarse
de las ramas en el cerezo del vecino, con sus flores
algodón caramelo empujadas contra el cielo pizarra
de las lluvias de primavera, es el verde de los árboles
lo que me conmueve. Cuando todo el golpe de blanco
y melcocha, baratijas y oropel del mundo, ha dejado
esparcido el pavimento con el confeti del después,
vienen las hojas. Paciente, laboriosa, una piel verde va
creciendo sobre lo que sea que el invierno nos hizo,
un regreso a la idea del continuo de la vida pese al
desastre, el daño, el vacío que somos. Bien pues, parece
decir el árbol, me haré cargo, y una hoja nueva, lustrosa,
deshace el puño en palma, de todo me haré cargo.




Instructions on Not Giving Up 
Ada Limon (1976)