Desperté muy tarde en la
fría noche, y oí el viento,
Y con los ojos cerrados
yací en silencio, sabiendo
Cuán incorpóreas son
estas palabras, esta oscuridad
Hueca bajo mi techo y
las ventanas estremeciéndose
Maltratadas por el
viento. Y así me quedé e imaginé
En un alejado lugar a negros
mares pesadamente
Abalanzándose sobre la
arena y la marea en retirada y
Truenos sin fin. Yacer
así me hizo pensar, amigo,
Cuánto tráfago padecen
los ghoules, o si esto es mito,
Dentro de hondas cavidades
en tierra firme, bajo una
Sombra de luna, la noche
gimiendo, el amargo frío;
Y tuve miedo de que el
tesoro de mis huesos, entregado
Tanto tiempo a esta
tierra, rodara hasta sus manos.
Ninguna joven o espectro
a mi lado, y yo en soledad,
Recordando jardines,
aromas de lilas, o el crepúsculo
De cuando bajaba de tarde
en un verano hacia el pueblo,
Yacía y encontraba que
mis años se habían alejado de mí,
Y tuve miedo del lecho
frío y el viento, absurdamente
A solas con el silencio
y el artificio de las lágrimas.
Night Images, Robert Fitzgerald
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