domingo, 13 de mayo de 2012

Fifth Business (Robertson Davies)

Mi tardío encuentro con Robertson Davies principió con este volumen. Deptford es una aldea rural del oeste del Canadá, donde a comienzos del siglo pasado nace el protagonista y narrador de esta historia, Dunstan Ramsay. Destinado a crecer en un ambiente de estrechez material y espiritual, Ramsay trata de adentrarse, mediante las lecturas y el estudio, en otros ámbitos o realidades que estén desligadas del puritano sentido práctico de sus mayores; es así como descubre la magia artística, los mitos y la hagiografía católica. Sin ser un creyente, Ramsay comprende que hay ciertas realidades no verificables a partir de la información de los sentidos, injustificables e ignoradas dentro del pensamiento moderno, que él denomina realidades psicológicas, cuya influencia en la vida ordinaria de algunas personas resulta ser mucho más determinante que los acontecimientos “reales”, y sus necesariamente predecibles y lógicas consecuencias. Son precisamente estas personas las que, para él, resultan tener una vida más interesante que aquellos otros que han reducido su existencia a los parámetros convencionales de lo racional y provechoso, y viven con una conciencia tranquila por el relativo bienestar y el éxito social alcanzados por su buena conducta.

Junto a unos caracteres provincianos casi modélicos, y sobre un fondo tantas veces utilizado como el de la Gran Guerra y la posterior crisis económica de los años de 1930, se destacan otras vidas en las que todo el sentido de lo “correcto” falla y sus protagonistas se decantan hacia existencias excéntricas, sufrientes o bizarras. Sus decisiones y actos (y las consecuencias de éstos) buscan ser comprendidos y explicados por Ramsay sobre la base de nociones más complejas que la de los premios y castigos de una ética cristiana simplistamente concebida por quienes “conservan la crueldad de la doctrina sin la gracia poética de los mitos”. Es precisamente a través de este intento por recuperar el componente mítico de la cultura occidental, y su relación con el inconsciente individual, que Ramsay trata de entender la función o “rol” que él mismo, con sus decisiones personales, ha jugado a lo largo de su vida, respecto de los demás que lo rodean, y que es en lo que consiste la noción de “quinto personaje” que da título a la obra.    

El resultado es un relato lleno de intriga, contado con mucha gracia, desde una perspectiva culta y reflexiva, con interesantísimos puntos de vista sobre la conducta y la historia humanas, sin caer jamás en lo pedante, y que despierta además una enorme curiosidad por seguir con los otros volúmenes que conforman la Trilogía de Deptford; en los cuales otros personajes del entorno de Ramsay toman la palabra para reflexionar, siguiendo esta misma línea psicológica y a partir de unos mismos hechos, sobre sus propios destinos.    

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